En algún momento de la vida, es perfectamente normal que una persona encuentre dificultades para enamorarse o establecer una relación de pareja estable, y más si han vivido mucho tiempo solteros o si han tenido experiencias negativas con las relaciones en el pasado. Generalmente, este proceso se refuerza con un pensamiento que es realmente un mecanismo de defensa al decir “mejor no amar, para no ser lastimado y no sufrir”.
Sin embargo, hay ocasiones en que este miedo natural, adquiere proporciones superlativas, entonces hablamos de la Filofobia, un miedo intenso, que en los casos más graves puede manifestarse con disnea, sudoración, nauseas, taquicardia y otros síntomas típicos de los ataques de pánico.
La persona que lo experimenta, siente un miedo intenso a enamorarse, al compromiso y a mantener relaciones íntimas, lo curioso es que una vez que se ha superado el miedo inicial, estas personas pueden vivir intensamente las relaciones de pareja.
Esta fobia también se explica porque no hay nada que desnude, o haga vulnerable a una persona que el amor, y por eso las personas que padecen Filofobia se sienten al borde de un precipicio, cuando lo experimentan.
En la mayoría de los casos, también se hace referencia a las carencias afectivas en la niñez, de forma que su cariño jamás ha sido recompensado y esto les ha generado un miedo a entregarse y al amor en sí.
Cuando el miedo es demasiado intenso, se aconseja consultar a un especialista que pueda profundizar en las causas de la fobia y trabajar juntos para eliminarlo.
Por Marco Medina.
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